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¿EN QUÉ VAMOS?

En la actualidad, la senadora por del Partido Conservador, Nadia Blel se encuentra liderando un proyecto de ley que hasta el momento ha superado, en primera instancia, los debates del congreso. Por otro lado, varias víctimas y sus familiares han presentado demandas contra diferentes empresas que pertenecen al conglomerado de Ascolfibras como Incolbest S.A., Toptec S.A., Manufacturas de Cemento S.A. y Eternit Colombiana S.A.

El primer proyecto de ley que se propuso en el país se llevó a cabo por el senador Jesús Bernal Amorocho, fue radicado en el 2007. La ponencia del primer debate fue el 2 de noviembre del mismo año, el proyecto fue archivado 5 meses después. Este buscaba más de lo que se podía alcanzar con él, pero fue fundamental para ser el primero de este tipo en el país. Su idea principal era prohibir el uso del asbesto en todas sus formas, establecía un plazo de transición y proponía que se tomaran medidas en torno a la utilización, exportación y extracción.

El segundo proyecto se dio en 2007, de la mano del senador por el Partido Liberal, Pedro Mary Muvdi Aranguena, con el propósito de crear el “Cemento social” en el cual, las empresas productoras de láminas de asbesto (nacionales y extranjeras) donarían una parte de sus materiales al Estado, recibiendo beneficios tributarios para la producción cementera. Estos materiales serían destinados para construir casas de interés social. También, se planteaba una vigilancia conforme a los requisitos, buenas prácticas y estándares de calidad en la producción de cemento, además, se pretendía fijar un tope máximo de precios. Esta propuesta fue retirada por el senador el 20 de junio de 2007 después de ser publicada y agendada para primer debate. Más tarde, este mismo radicó otro proyecto que pasaría por la misma situación el 16 de junio del 2009.

El tercer proyecto de ley fue planteado por la senadora del Partido de la U Zulema Del Carmen Jattin Corrales, fue radicado el 30 de noviembre del 2007 y la publicación de la primera ponencia fue el 20 de enero del 2008. Este proceso finalizó el 2 de abril mediante el archivamiento en debate. En este proyecto se expedían normas sobre la prohibición, en todas las variedades de asbesto, medidas de prevención, protección y vigilancia de los riesgos que estos producían en dos ámbitos específicos, los lugares de trabajo que se exponían al mineral y el ecosistema y ambiente en general.

Tal proyecto de ley tenía como otro objetivo el monitoreo y la prevención de los trabajadores y zonas de riesgo. Gran cantidad de las Administradoras de Riesgos Laborales (ARL) están sujetas a no afiliar empresas o personas naturales con alto riesgo de exposición a enfermedades relacionadas con el asbesto. Por tanto, los más beneficiados en este proyecto eran los trabajadores, que al final, quedaron expuestos a la fibra y sin protección médica.

El cuarto proyecto de ley fue propuesto por los senadores Alexandra Moreno Piraquive, Miguel Antonio Virquez Piraquive y Gloria Stella Diaz Ortiz. Fue radicado el 31 de julio del 2007 y publicado el 3 de agosto del mismo año. Este proyecto de ley cayó debido a que fue retirado por los autores. Proponía adoptar lineamientos y políticas de protección contra el amianto en toda Colombia. Este, al igual que el primero, esperaba más de lo que podía lograr, pretendía prohibir la importación, utilización, distribución, fabricación y venta de todos aquellos productos que fuesen de fibra de asbesto o tuviesen relación con los residuos del mismo. Además, de una adaptación a corto plazo de acciones económicas.

Los últimos 3 proyectos fueron presentados por Nadia Georgette Blel Scaff , uno en el año 2015 y los otros dos en el año 2016. Estos pretendían prohibir la producción, comercialización, importación y distribución de asbesto en el país. Se establecía que el asbesto, al ser un  grupo de minerales cancerígenos, debía eliminarse de las actividades de construcción y explotación minera. Se proponía que la eliminación pasara por un periodo de transición donde las empresas sustituyeran el fibrocemento por otro material con propiedades menos tóxicas. Si no lo hacían, tendrían que presentar pruebas justificando la imposibilidad de sustituir el material, de lo contrario, se les obligaría a pagar multas desde el 10% del valor total de ventas, por año, hasta 50% de las mismas (proporcional a las reincidencias cometidas). Simultáneamente, el Gobierno Nacional prestaría una ayuda técnica para comprobar la sustitución.

Por otro lado, se planteó la clausura de minas de asbesto y la creación de un Plan de Adaptación Laboral, en el cual los trabajadores de las minas tuvieran la oportunidad de insertarse en otras labores que mejoraran su calidad de vida y la de sus familias.  Por último, la senadora proponía Implementar un Fondo de Reparación para las víctimas de asbesto, donde estas pudieran tener una vida digna, siendo reivindicadas y resarcidas del daño causado por la exposición al material.

Los dos primeros proyectos quedaron archivados en primer debate, de los cuales algunos senadores recomendaron cambios, desde la extensión del plazo del cumplimiento de la sustitución del material hasta la especificación y la limitación de los entes que se encargarían de implementar las distintas temáticas del proyecto. El último, fue publicado el 4 de agosto de 2017 y fue nombrado proyecto de ley “Ana Cecilia Niño”, el nombre de una de las personas que murió por cáncer, directamente, relacionado con el asbesto. En este se plantearon las mismas ideas de los anteriores pero con algunos de los cambios sugeridos. Además se incluyeron testimonios de víctimas enfermas de cáncer. El primer debate desarrolló el 3 de octubre de 2017 y el segundo se realizó el 23 de noviembre del mismo año.

CASO DE SIBATÉ

Sibaté es el lugar en el que, hoy por hoy, se encuentran la mayoría de víctimas con enfermedades fatales directamente relacionadas con el asbesto. Este municipio,  del departamento de Cundinamarca, está a menos de 28 kilómetros de Bogotá. Cuenta con una población de 38.412 personas, según censo del Departamento Nacional de Estadísticas (DANE) del 2015. Allí existe un gran número de fincas aledañas al embalse del Muña, contiguo a una gran fábrica de Eternit, que fabrica productos que contienen este material. Desde la cancha de fútbol, un conjunto de apartamentos, una pista de patinaje, y otros espacios de uso común están llenos de este mineral.

Julio Cesar Granados, cirujano de tórax, y ex habitante de Sibaté, dice que según estudios cartográficos que él ha realizado en el transcurso de 20 años, del 100% del territorio total de este municipio, se conoce que el 30% del subsuelo está hecho o contiene residuos de asbesto. Bajo un proyecto liderado por Eternit se construyeron 21 casas para las familias de los trabajadores de la compañía, a toda una generación le tocó vivir el desastre de padecer enfermedades derivadas del contacto con este material.

La falta de voluntad política y de legislaciones que amparen a los afectados como las familias de Luis Alfonso Mayorga, Ana Cecilia Niño, Luis Mayorga o la familia Bravo, donde este mineral cobró la vida de más de uno de sus  integrantes, eso sin contar los casos no registrados donde el juego de intereses económicos los invisibiliza.  

LOS PROYECTOS DE LEY

VÍCTIMAS DEL ASBESTO EN SIBATÉ

Amelia Segura, quien fue esposa de una de las víctimas del asbesto en el pueblo de Sibaté se encuentra ahora trabajando con la Universidad de Los Andes para lograr llamar la atención sobre los efectos dañinos del asbesto sobre las personas que se encuentran expuestas a estas fibras. En el caso de su esposo, Edgar Sosa, fue diagnosticado con mesotelioma y falleció hace cuatro años. La exposición de Edgar Sosa se dio como resultado de su trabajo en la la alcaldia del municipio, manejando una retroexcavadora.

Uno de los trabajos que realizó con esta máquina  consistía en aplanar los bordes de la laguna del pueblo, donde Eternit depositaba residuos. De la misma forma, trabajó en varios lotes que ahora son canchas de futbol donde al igual que en el barrio El Progreso, mejor conocido como “casitas de Eternit”, se usaban los escombros y los restos de la producción de la fábrica para rellenar y establecer las bases de futuras construcciones.

Actualmente, la hermana de Edgar, Mireya Sosa también padece de un mesotelioma porque “jugaba en una de las casas donde las personas recogían y rellenaban con asbesto esos lotes para poder construir” según cuenta Amelia Segura. Además de esto explica que la intención del grupo de víctimas no es perjudicar a la empresa, “nosotros no queremos que termine la empresa.  No queremos que la gente quede sin trabajo. Pero pedimos que asimismo como hacen productos hechos en otra materia prima para exportar a paises donde esta prohibido el asbesto, lo hagan aqui”.

Greenpeace y la lucha contra la desinformación que genera las diferentes maneras de llamar al asbesto

Una de las causas por las cuales las fibras de asbesto cobran tantas vidas en Colombia y en el mundo, además de, la falta de prohibiciones y regulaciones que hay en muchos países, es la falta de conocimiento sobre las consecuencias que tiene estar en contacto con este mineral. Actualmente, existe una gran cantidad de actos que se están realizando para hacer de conocimiento público lo que genera este material. La ciudad, las redes sociales, la política y muchos otros espacios de interacción, son los nuevos campos de denuncia en contra de esta fibra y las empresas que promueven su uso.

Las campañas para promover el conocimiento sobre el asbesto y sobre sus múltiples y particulares características, en razón de afectación a la salud, transgreden el ámbito político y el ámbito privado de las personas que las padecen. De los ocho proyectos de ley que han pasado por el Congreso Nacional, y las acciones legales que se han tomado contra multinacionales como Eternit, la lucha en la culturización de ‘las personas del común’ sobre este tema ha sido intensa.

La organización medio-ambiental, Greenpeace, es una de las más activas, ágiles y creativas en términos de intervenciones sociales o protestas de concientización en torno a la polémica alrededor del asbesto en Colombia. Mediante performances que se hacen en el espacio público, hablan a la ciudadanía sobre los peligros que produce el contacto con el asbesto. En este caso hablaremos de tres de las actuaciones hechas por Greenpeace, las cuales llevaron como título: ‘El asbesto sigue enfermando a Colombia’; ‘Casa cáncer’ y ‘Senadores: Salud o Asbesto’.

Hace un tiempo, el periódico El País de España, hizo una publicación titulada “El asbesto sigue enfermando a los colombianos” donde afirma que en los últimos cinco años en Colombia han muerto al menos 1.500 personas, que por año serían entre 300 y 320 ciudadanos. Y la culpa de la muerte de este número de personas no es solo la imperceptible fibra o la falta de leyes que regulen el uso de la también llamada fibrocemento o amianto, sino, la falta de conocimiento sobre ella.

La última de las actuaciones de Greenpeace fue realizada en la Plaza Simón Bolívar, el 19 de septiembre, Greenpeace dio a conocer su constante lucha a favor de la prohibición y regulación del asbesto en Colombia. Colgando un enorme cartel dirigido hacia los senadores de la Comisión Séptima, más de 15 activistas y cientos de personas dieron apoyo al proyecto de ley Ana Cecilia Niño, llamado así en honor a una mujer que entregó sus últimos años de vida a la lucha de una Colombia sin asbesto. Silvia Gómez dijo:

“Estamos frente al Congreso Nacional para reclamar una vez más por una Colombia sin asbesto. Vivimos una situación crítica. Luego de siete intentos que fracasaron por favorecer a los intereses económicos del sector de la construcción, el Senado tiene que apoyar de una vez por todas este proyecto de ley que es prioritario para la salud de todos los colombianos. Una Colombia sin asbesto es posible, es momento que los senadores preserven nuestra salud y voten a favor de la prohibición”

Argentina, Uruguay, Honduras y Chile son los únicos países de América Latina que han prohibido el uso del asbesto, tras las acciones que se están llevando en Colombia, con organizaciones como Greenpeace y después de la aprobación del primer debate del proyecto de ley Ana Cecilia Niño, se espera que Colombia esté en la dirección correcta.

El impacto que ha tenido Greenpeace con sus múltiples campañas en contra del asbesto, se ven reflejadas en las más de 30 mil firmas que han recogido de manera virtual con ánimos de reclamar a Eternit por uso de asbesto. Además, el apoyo de los medios de comunicación ha sido claro, diferentes periódicos del país, han tenido un número considerable de notas en relación con el tema, desde editoriales, columnas y noticias en vivo desde el senado, hasta declaraciones de personas relevantes en el tema. Por otra parte el impacto en los ciudadanos, que están cada vez más informados del tema, se ve en las redes sociales con grupos como Colombia Sin Asbesto y diferentes hashtags en contra de este material.

EL ASBESTO SIGUE ENFERMANDO A COLOMBIA

Esta intervención fue llevada a cabo el jueves 17 de junio del 2017, en la cual, mediante una “actuación” preparada y presentada por un grupo de 30 activistas de Greenpeace, se hace una denuncia pública para que la multinacional Eternit deje de Fabricar y comercializar productos que estén producidos con asbesto.

Fue realizada en el centro de Bogotá, frente los aposentos de la estación de Transmilenio Museo Nacional, con una simulación de un hospital, con tanques de oxígeno, camillas y enfermos acostados en ellas, el mensaje era evidente, no se decía más que “Nos están enfermando”, “Nos están matando”.

Mediante carteles que decían “Eternit = Asbesto = Cáncer” se quería dar una alerta a los ciudadanos sobre las enfermedades que generan los productos comercializados y producidos por la empresa.. Además, mediante un apoyo externo, pero en conjunto con la ponencia, en la escena estaba Daniel Pineda, esposo de la fallecida Ana Cecilia Niño, quien murió este año a causa de una enfermedad producida por estar 17 años en contacto con fibras del material.

Bajo la instalación de una pequeña casa, en la que se encontraban cuatro personas, haciendo alusión a cuatro miembros de una familia, se llevó a cabo una de las más creativas e impactantes campañas de Greenpeace en contra del asbesto y la multinacional Eternit. En la instalación, los cuatro integrantes utilizaban máscaras respiratorias o filtros para poder estar a salvos en su propia casa. En forma de alerta, se dio el mensaje de ‘podemos estar en peligro hasta en nuestra propia casa’.

Esta intervención fue hecha el 15 de agosto del presente año, en el centro de Bogotá, bajo el lema “Eternit construye casas de cáncer” con un objetivo similar a la campaña expuesta anteriormente, reclamar a empresas de construcción que dejen de fabricar productos con asbesto, además de ilustrar a las personas, en su mayoría transeúntes, sobre los riesgos de estos materiales y elementos, que además, atacan de manera silenciosa e invisible causando enfermedades como asbestosis, mesotelioma, cáncer pulmonar, etc.

“Montamos esta ‘casa cáncer’ para que los ciudadanos se den cuenta de la gravedad que significa el hecho de que Eternit siga fabricando productos con esta fibra que enferma a los colombianos y que cada año arrebata más de 300 vidas en nuestro país. La empresa debe dar el ejemplo al resto del sector y eliminar permanentemente el asbesto de todos los materiales que comercializa”, dijo Silvia Gómez, quien es la actual coordinadora de Greenpeace Colombia.

CASAS CÁNCER

SENADORES: SALUD O ASBESTO 

OJO

¿EN QUÉ VA EL PROYECTO DE LEY?

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